Mi nombre es Carlos Becerra, luthier de instrumentos residenciado en Vetralla, Italia. Nací en La Guaira, Venezuela en 1983. En el año 2005, contemporáneamente a mis estudios de derecho en la Universidad Central de Venezuela, comienzo mis andanzas en el mundo de la luthería construyendo de manera autodidacta mi primer cuatro.
Estimulado por el Maestro Marco Antonio Peña decido continuar mi formación como luthier y en los años 2005 y 2006 asisto a los cursos de luthería de la Fundación Bigott, bajo le tutela del Maestro Felipe Antero Hernández.
Luego de obtener mi grado universitario y un periodo de formación en el taller de Ileana Bonsanto en Caracas, en el año 2011 me traslado a Italia para comenzar mis estudios de luthería clásica en la Escuela Internacional de Lutheria “Antonio Stradivari” de Cremona, formándome con los maestros Voltini, Scolari e Amighetti y obteniendo mi diploma con una tesis sobre las técnicas constructivas del cuatro venezolano, en particular sobre la aplicación de la técnica de construcción del violín en la elaboración del cuatro.
Finalizados mis estudios, entre los años 2014 y 2016, trabajo como asistente de los maestros Jens Johansson en Cremona y Gregg Alf en Venecia. En años recientes he podido participar en experiencias formativas con los Maestros Carlos Arcieri y Philip Ihle.
Carlos Becerra en Vetralla, Italia
Desde el año 2017 resido y trabajo en la pequeña y tranquila ciudad de Vetralla en el centro de Italia, a unos 60 kilómetros al norte de Roma.
A pesar de comenzar mi carrera como luthier con la construcción del cuatro y en general con instrumentos de lo tradición popular venezolana, en los últimos años me he dedicado casi exclusivamente a la construcción y restauración de violines y demás instrumentos clásicos.
Durante los años 2019 y 2020, he tenido la ocasión de construir un cuatro y una bandola lo cual me permitió retomar la construcción de los instrumentos con los cuales inicie mi carrera como luthier y revivir la libertad creativa que se experimenta durante la construcción de estos instrumentos. Mi idea es tratar de aplicar al cuatro algunas de las ideas y conocimientos sobre acústica, materiales, diseño y otros aspectos que he tenido la oportunidad de adquirir durante la construcción y restauración de instrumentos de la familia de los violines.
Proceso de Construcción de un Cuatro
Carlos Becerra – Proceso de Construccion de un Cuatro 
Carlos Becerra – Proceso de Construccion de un Cuatro 
Carlos Becerra – Proceso de Construccion de un Cuatro 
Carlos Becerra – Proceso de Construccion de un Cuatro 
Carlos Becerra – Proceso de Construccion de un Cuatro 
Carlos Becerra – Proceso de Construccion de un Cuatro 
Carlos Becerra – Proceso de Construccion de un Cuatro 
Carlos Becerra – Proceso de Construccion de un Cuatro 
Carlos Becerra – Proceso de Construccion de un Cuatro
Las prioridades en mi trabajo son siempre el aspecto acústico y la comodidad de ejecución de los instrumentos que construyo. Mi propósito es poder obtener el mejor rendimiento sonoro de los materiales que utilizo, combinando esto idea con una estética sobria.
No hago instrumentos en serie y cada instrumento nace como una idea que puede ser inspirada en los materiales que utilizo o en un concepto estético o funcional que desarrollo durante la construcción del mismo.
Mi taller
Algunos de mis cuatros:
El Catire. Caracas 2009.
Este instrumento fue construido cuando residía en Caracas en año 2009 y desde entonces está en manos del talentoso Maestro cuatrista de Los Teques y gran amigo Javier Arvelo. La idea con este instrumento era tratar de llevar la estética y el sonido de la guitarra flamenca al cuatro, utilizando para ello las maderas tradicionales en la construcción de dicha guitarra, a saber, ciprés español para fajas y aros y abeto europeo para la tapa, golpeador y paleta de raíz de álamo y clavijas mecánicas pero con apariencia de las tradicionales clavijas de madera.
Fue llamado “El Catire” por la preponderancia del color claro de la madera.
El Musiú. Cremona 2011.
El Musiú fue inspirado en las guitarras construidas por Antonio Stradivari de las cuales se conservan algunas pocas hoy día. En particular quise replicar las rosetas de sus guitarras hechas con rombos y círculos de marfil (yo los hice con hueso de vaca) insertados en una pasta negra de polvo de ébano y cola animal. Esta decoración también fue usada por Stradivari en los borde de sus violines decorados.
Para el fondo y fajas fue utilizada madera de arce rizado y abeto italiano de la Val de Fiemme para la tapa.
Ajeossi (아저씨). Cremona 2012.
Esta palabra en coreano significa algo así como hombre de media edad avanzada. Bautizado así por mi amigo y colega Park Beom-Seok quien lo llamó así haciendo referencia a la idea de “anciano prematuro” que tenía de mi.
Fondo y fajas de cedro amargo y tapa de abeto italiano de la Val di Fiemme.
CuatRosado. Cremona/Caracas 2012.
Un juego de palabras inspirado en la madera utilizada para este cuatro le dio su nombre. El CuatROSAdo, fue hecho con madera de palo de rosa. Cómo detalle decidí hacer una roseta inspirada en los pétalos de una rosa. Para la tapa use abeto italiano de la Val di Fiemme “maschiato”, conocido también como “bearclaw spruce”.
El renegado. Cremona 2012.
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Este instrumento fue construido en Cremona en el año 2012 también para el maestro y amigo Javier Arvelo, fue llamado “El renegado “, pues trate de encontrar dos soluciones alternativas a la tradicional boca redonda y el talón que une el mástil a la caja de resonancia, “renegando” de estás soluciones tradicionales.
Con una boca oval la idea era obtener una mayor superficie vibrante en la tapa y la ausencia del talón era para dar mayor comodidad de acceso a los últimos trastes de la tastiera y aquellos presentes sobre la tapa. Fue usada madera de arce rizado para el fondo y aros y abeto italiano de la Val di Fiemme para la tapa.
Cuatro a la antigua. Caracas 2013.
Este instrumento fue construido en Caracas durante mis vacaciones de verano del año 2013. Ese año el cuatro fue reconocido formalmente por las autoridades venezolanas como Patrimonio Cultural de la Nación. Durante su construcción usé solo materiales tradicionales y naturales como madera de cedro amargo, cola animal, trastes de tripa, goma laca etcétera..
Utilicé este instrumento como ejemplo práctico para mi proyecto de tesis final en la escuela de lutheria de Cremona, la cual versó sobre la aplicación del método clásico cremonés para la construcción de violines, o uso de un molde interno, en la fabricación del cuatro.
El Cumanés. Cremona 2014.
Este cuatro fue hecho en Cremona en el año 2014 y para su construcción tomé inspiración en la forma de la caja de resonancia (pequeña y alta) de los cuatros de escuela “cumanesa”, en particular de la silueta usada por la histórica familia Figueroa de Cumaná, para lo cual use un calco de la silueta de un instrumento original de Ramón Figueroa, usada también en la construcción del “Cuatro a la antigua”.
Utilicé madera de cedro amargo para fondo y fajas y abeto italiano de la Val di Fiemme para la tapa. Este cuatro fue donado en el año 2017 a la Asociación Alionlus (“Associazione Latinoamericana in Italia Onlus”) con el propósito de recolectar fondos destinados al envío de medicinas a Venezuela.
Otros instrumentos:
Guitarra clásica. Cremona 2014.
Guitarra clásica de madera de palo santo de la India y abeto italiano de la Val di Fiemme para la tapa.
Bandola Llanera. Vetralla 2020.
En esta bandola use exclusivamente madera de cedro amargo para fondo, aros y tapa. Con este instrumento quería utilizar una tapa de cedro amargo venezolano de corte perfectamente radial, muy ligero y con muchos años de secado, con propiedades que nada tenían que envidiar a una tapa de abeto, quería con esto también conseguir un sonido tradicional de bandola. La única decoración es un fino filete de caoba alrededor de la boca y en la unión e los aros en la parte inferior. Mástil, tastiera y puente de caoba. Longitud cuerda vibrante 455 centímetros con 15 trastes. Barniz al aceite de fabricación propia.
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