Escrito Por: Adrian Toro
La emigración masiva que vive Venezuela desde 2014 ha dispersado a casi ocho millones de compatriotas por el mundo, convirtiéndose en la mayor crisis migratoria de América Latina. Este éxodo no solo ha transformado a la sociedad venezolana; también ha llevado consigo un símbolo fundamental de nuestra cultura: el cuatro. A cada nueva ciudad en la que los venezolanos se establecen, ya sea en Toronto, Miami o Nueva York, siempre aparece un cuatro que suena con nostalgia y esperanza.
Desde Canadá, donde resido, he visto de primera mano cómo el cuatro se convierte en puente con nuestras raíces. Cuando cofundé TuCuatro en 2010 junto a Adriaan Van Nieuwkerk, buscábamos precisamente eso: una plataforma global que permitiera a cualquier persona aprender y disfrutar de este instrumento, sin importar dónde se encontrara (lee esta nota en globalvoices.org). Desde entonces, nuestro equipo multicultural se ha expandido para incluir profesores que enseñan desde América, Europa y Asia, reflejo de que el cuatro ya no pertenece solo a los llanos o al caribe, sino al mundo.
En la última década y media, TuCuatro ha sido pionera en la enseñanza musical digital. Organizamos la primera sesión de Google HangOut entre cuatristas de distintos países, lanzamos el primer programa de aprendizaje en línea para el cuatro y produjimos el primer curso online de bandola llanera. En 2019 dimos un paso aún más audaz: abrimos gratuitamente nuestra plataforma de clases para nuestros cursos básicos, para que cualquier persona, sin importar sus ingresos, pudiera acceder a los recursos de TuCuatro.com.
Mi visión para TuCuatro ha tenido varias líneas principales:
- Democratizar el aprendizaje. Quiero que todos, desde niños hasta adultos mayores, puedan aprender a tocar el cuatro. Es el instrumento del cual me enamoré desde jóven y no descanso ni un segundo hasta no ver que sea un instrumento tan, o más, popular en el mundo que el Ukulele. Curiosamente la página esta hecha para ofrecer clases gratuitas, no sólo para el Cuatro, sino para el Ukulele y otros instrumentos, porque quiero que más personas se acerquen y vean las similitudes. 24 horas y 7 días de cursos disponibles para cuatro, bandola, cavaquinho, ukulele, maracas y otros más.
- Fortalecer la comunidad en Norteamérica. En ciudades como Montreal, Toronto, Miami o Houston, la diáspora venezolana busca espacios para reencontrarse con su cultura. He participado en varios eventos musicales en Montreal y Ottawa, también acompañado a artistas como Edward Ramirez de C4 Trio en Toronto y New York. Virtualmente, trato de realizar encuentros virtuales, con la idea de unir a los cuatristas en Norteamérica y ofrecerles herramientas para enseñar nuestra música a sus hijos y amigos.
- Impulsar la innovación y las fusiones. El cuatro ya no se limita al joropo. Músicos como Jorge Glem han llevado el instrumento a escenarios como la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles y la Sinfónica de San Francisco, demostrando la versatilidad de este instrumento en jazz, rock y música de cámara. TuCuatro apoya estas iniciativas, buscando que el instrumeto se haga universal.
- Conservar la tradición. Al mismo tiempo, seguimos honrando las raíces del instrumento. Enseñamos los ritmos de los llanos, promovemos las construcciones artesanales y documentamos la historia del cuatro, integramos a los músicos venezolanos y colombianos, las diversas maneras de ver a un instrumento que abarcó la geografía llanera, e incluso toca las culturas caribeñas (Trinidad y Tobago, por ejemplo).
Invito a cada venezolano en el exterior a convertirse en embajador de nuestra música. Tocar el cuatro en reuniones familiares, enseñar acordes a amigos norteamericanos o compartir un video en redes sociales son gestos que mantienen viva la identidad. En TuCuatro, estamos comprometidos con acompañarles en ese camino.
