El día que me dejastes
con tus promesas de amor,
sentí la dicha que me ofrecías
a mi desilusión.
Sueño que me besas todavía
sueño que me besas como ayer
y que la dulzura de tus besos
deja en mi ser
aromas suaves de placer.
Nuestros labios nunca han de volver
a juntarse en éxtasis de amor.
Y bien sé que nunca
he de sentir tu corazón.
Junto a mi pecho palpitar de amor.