La perspectiva de los estudiantes en línea difiere mucho de la de los estudiantes convencionales. En la enseñanza de instrumentos musicales, los mayores desafíos surgen desde la perspectiva de los propios estudiantes, por lo que es necesario ajustar nuestros contenidos y métodos de enseñanza a este público en particular. Mientras que en un salón de clases convencional nuestras interacciones son tridimensionales, nuestras interacciones con los estudiantes en línea son bidimensionales. En un salón de clases, podemos ser táctiles, observar desde diferentes ángulos, dar explicaciones mientras hacemos contacto visual y repetir movimientos cuando sea necesario. La perspectiva del alumno en el aula nos es familiar como instructores y nuestros métodos de enseñanza están orientados a atender esta perspectiva.
La imagen 1 muestra al instructor completo con el instrumento. La parte importante de esta instrucción es el instrumento, por lo que la imagen completa del instructor con el instrumento proporciona información innecesaria. Con una buena pronunciación de la instrucción oral, no es necesario tener contacto visual con la cara de los instructores. La imagen 3 muestra un enfoque en el instrumento, pero con este ángulo en particular, la marca de los dedos en el diapasón es menos evidente. Los dedos al frente comienzan a cubrir el resto de los dedos y trastes, lo que dificulta determinar qué se está marcando. La imagen 2 muestra una vista clara del instrumento desde la mano que rasguea y la mano que marca en el diapasón. La posición de los dedos es más clara con respecto a donde se encuentran con el diapasón.
La perspectiva del estudiante en línea comienza con la comprensión de su entorno. Los estudiantes en línea utilizan una computadora o un dispositivo móvil para llevar a cabo su aprendizaje. Los principales métodos de transferencia de conocimiento son a través de video, audio e imágenes. El video para un estudiante en línea sigue siendo bidimensional. Pueden observar lo que hace el instructor y tratar de reproducir lo que ven. Los niveles de concentración necesarios para ello son mayores que en un aula convencional porque el alumno no es capaz de ponerse de pie y ver factores importantes como la posición de los dedos. A menudo, los estudiantes se encuentran descifrando o decodificando la información que se les presenta, lo que puede generar frustración, desequilibrio en la carga cognitiva y, en última instancia, convertirse en una distracción del aprendizaje.
La imagen 4 muestra una vista clara de los dedos que marcan el diapasón, pero no de la mano que rasguea. De esta forma, el alumno puede ver lo que se está marcando, pero no cómo se está jugando. Ambas manos deben estar visibles al dar instrucciones. La imagen 5 muestra una vista frontal clara de los instrumentos con el posicionamiento de los dedos y la mano que rasguea. Este es un ángulo preferible a la imagen 4.
Los mismos conceptos de un archivo de video son aplicables a audio e imágenes. Todos necesitan ser lo más claros y concisos posibles. Exploraremos técnicas sobre cómo asegurar que los estudiantes pasen menos tiempo decodificando y más tiempo aplicando la información que se les presenta. Continúe teniendo en cuenta la perspectiva del alumno.
Pruébelo usted mismo y compare los dos videos en la siguiente unidad en términos de cuánto tiempo le toma descifrar lo que se le está enseñando.