Finalmente, vamos a integrar todos los elementos que se requieren para construir nuestra versión en el Cuatro. Tenemos la tonalidad, la secuencia de acordes y la melodía. Primero, vamos a replicar la melodía respetando la duración de los acordes que utilizamos en el acompañamiento.
Contamos con que tienes una técnica sólida en la mano derecha, así que no dudes en aplicar tus propias variaciones rítmicas, acentos, floreos y demás ideas que tengas en mente.
Nada mal para una incursión en el mundo del Cuatro solista, ¿cierto?
