Si existe evidencia de la influencia de los ritmos ibéricos en nuestra música tradicional, una de las más claras es el género conocido como Punto del Navegante. Es un género de trascendencia melancólica, canto dolorido y melodioso y ejecución cadenciosa, con ciertas reminiscencias del fado portugués y que fijó residencia en el oriente del país, especialmente en el Estado Nueva Esparta.
El punto del navegante podría entrar fácilmente en la misma categoría de los Cantos de Trabajo donde los navegantes y pescadores cantan para pasar las horas a bordo y donde los temas de preferencia son los relacionados con el mar, el amor, el despecho y muy especialmente la Virgen del Valle, patrona de los pescadores.
El punto del navegante se ejecuta en compases de 3/4 comenzando siempre con acordes de tónica menor para la introducción, luego se pasa al tono relativo mayor cuando el cantador empieza con sus versos para luego finalizar en el acorde menor inicial. Un detalle en la introducción y los intermedios es que se hacen algunos pequeños repiques en cada acorde, cosa que no ocurre durante el tema cuando interviene el cantador. Por lo general un punto del navegante se ejecuta con cuatro o guitarra y mandolina. En ese particular es donde se encuentra el parecido con el fado portugués que utiliza instrumentos similares, en ese caso se mantiene la guitarra española y se sustituye la mandolina por una guitarra portuguesa, en forma de pera y con 12 cuerdas.
Para ejemplificar el punto del Navegante se ejecutará uno en Re menor.
Tempo: 3/4
Ritmo:
Introducción e intermedios:
||:
| 0.3.3.3 | 3.2.1.1 | 5.3.4.3 | 0.2.1.2 |
| % | 0.2.1.2 | 1.0.1.3 | 0.3.3.3 |
| 0.2.1.2 | 0.3.3.3 | % |
:||
Cantador:
| 0.3.3.3 | 1.2.1.1 | 0.3.3.1 | % |
| 1.2.1.1 | % | 0.3.3.1 | % |
| % | 5.3.4.3 | % | 3.2.1.1 |
| % | 1.0.1.3 | 2.2.2.3 | 0.2.3.2 |
| 0.2.1.2 | 0.3.3.3 |
