Me agarró una tarde de ocio, de las cuales hay pocas últimamente, y me puse a improvisar la canción del Negro José María
Todavía me sorprende las capacidades de mi nuevo cuatro 🙂 Da sencillez a lo que uno hace, y los acordes agudos suenan precisos, no como el cuatrico viejo que disonaba ya entrado el traste 12… Falta que me ponga a pulir un poco de mañas mal adquiridas por nunca ver clases de cuatro de manera regular cuando jóven.
De momento, esto es lo más que sé preparar cuando me pongo a cocinar: