Lee la entrevista que se le hiciera a Hernán Gamboa en el Diario El Universal el contexto de una gira de conciertos que presentaría en Caracas, Maracaibo, San Cristobal y Barquisimeto.
ÁNGEL RICARDO GÓMEZ , HERNÁN GAMBOA , MÚSICO | EL UNIVERSAL
Hernán Gamboa tiene alrededor de 20 años fuera de Venezuela, viviendo primero en Estados Unidos, y desde hace año y medio en Argentina. Pero el músico, bautizado como “El cuatro de Venezuela”, asegura que sigue conectado con su país y coloca de ejemplos discos como Venezuela linda, Sentir de mi tierra, Mis aguinaldos y Mis joropos, editados durante su estadía en Miami.
En marzo presentó Juglaría, trabajo en el que musicaliza importantes poemas de la literatura venezolana, y ahora trae Uniendo mundos, un CD doble en el que se pasea por música de los cinco continentes. Este sábado, a las 8:00 p.m., presentará a los caraqueños su más reciente producción, en la sala de conciertos de BOD-Corp Banca.
-¿Qué opina del repunte que muestra el movimiento musical venezolano?
-En general, la proyección musical del Sistema de Orquestas es importante, ese trabajo que ha hecho José Antonio Abreu desde hace 36 años; de ahí han surgido grandes músicos. Y desde el punto de vista del cuatro, me he quedado sorprendido por la difusión y proyección que ha tenido esa técnica, que yo cree a los 14 años, del “rasgapunteo”.
-¿Considera que usted es heredero de pioneros como Freddy Reyna?
-No. Yo he cultivado el cuatro con la afinación descendente (la-re-fa-si), el cuatro del pueblo, que era considerado acompañante hasta que yo lo hice solista con esta técnica. Freddy Reyna cultivaba el cuatro con la afinación ascendente (sol-do-mi-la). Entonces hay dos escuelas que son las de Freddy Reyna y la de Hernán Gamboa.
-¿Y no cree que Cheo Hurtado y los cuatristas más jóvenes han generado escuelas también?
-No, ellos vienen de la escuela mía, empezando por Cheo, que es mi ahijado. Todos vienen de esa escuela y son maravillosos, cosa que me satisface.
-¿Se imaginaba que el cuatro iba a tener esta proyección que tiene, por ejemplo, abriendo la gala de los Grammy, con Jorge Glem?
-Bueno, no hay que olvidar que yo tengo tres CD nominados a los Grammy anteriormente, El mundo en cuatro cuerdas, Serenatas en contrapunto y La fiesta, y eso continúa y me satisface mucho.
-¿Han afectado sus años fuera de Venezuela su visión del país y su música?
-Siempre digo, “Viviendo afuera pero con el corazón adentro”. Nunca me he desvinculado del país, ni cuando fui Agregado Cultural de Venezuela en Miami (1995-2002), ni cuando fui director de cultura del New Professions Technical Institute. Ahora cuando haga el concierto la gente podrá escuchar muchas de las canciones que le he hecho a Venezuela.
Serenata para Serenata
-¿Se imaginaba que Serenata Guayanesa llegaría a los 40 años?
–Claro que sí. Yo era arreglista de esa agrupación, estuve 15 años allí; lo último que hicimos fue Cantemos con los niños. Tengo la satisfacción de haber participado en los grandes éxitos del grupo.
-¿Recuerda cuáles fueron sus razones para irse?
-A mí me pareció que en 15 años se recopiló mucha música de todo el país, se le cantó a los niños… pienso que fue una etapa de mi vida, no de la vida de Serenata, que cumplí y que fue muy exitosa. Después mi inquietud era proyectar y difundir el instrumento en todo el mundo y eso fue lo que hice.
-¿Y siente que ya el cuatro tiene el estatus universal de otros instrumentos como la guitarra?
-Considero que he grabado mucha música, lo he llevado a todas partes, pero todavía falta, no tiene la universalidad de la guitarra. Esperamos que siga trajinando y surgiendo en esa dirección.
Leído en El Universal. Foto Cortesía de El Universal.