A propósito del reciente pronunciamiento de músicos por el robo y hurto de sus instrumentos, Específicamente, Mafer Bandola por el robo de «La princesa», su bandola llanera; y del hurto de la flauta, «alma gemela», de Huascar Barradas. – Redacción TuCuatro
«¡Devuélvanme a mi hijo!», sollozaba Laura, una señora a la que le habían secuestrado su único hijo hacía tres meses. La esperanza de reencontrarlo se mantenía intacta aunque la mayoría de sus conocidos lo daban por muerto. Recuerdos de los últimos 15 años la hacían desvariar, desde el trabajo de parto de 5 horas para lograr dar a luz a Alfonsito, pasando por todos los cuidados conferidos a su hijo, tesoro más preciado, hasta ese fatídico día, en el cual en un pequeño intercambio de palabras a punta de pistola se lo arrancaron de las manos. «¿Y si, hubiésemos caminado por la otra calle? Seguro mi hijo estuviese conmigo». Su tren de pensamientos terminaba chocando siempre contra un sinfín de «¿Y si…?
Este ejemplo de la señora Laura es un símil a lo que ha sucedido a algunos músicos en calles de Venezuela y otros lugares del mundo. Lamentablemente, el hampa ha, literalmente, arrancado instrumentos de sus manos bajo el corto típico intercambio de palabras en el cual no importa si eres músico y le estás haciendo un bien a la humanidad con las armonías de tus notas, las amenazas de muerte son premisa. En el caso de otros, el hurto, y no necesariamente en Venezuela silencioso por experiencia, les ha hecho sufrir en carne propia el dolor de la pérdida.
Es realmente deprimente verse privado abruptamente de algo tan preciado. Siendo los instrumentos para el músico extension de su cuerpo, alineador de sus psiquis, pócima divina diaria, mejor amigo o incluso comparables a sus hijos. Por esta causa, no cesa su dolor cuando inexorablemente suben a su pensamiento recuerdos de cuan duro tuvieron que trabajar para comprarse ese cuatro, bandola, flauta o maracas; pasando por los años en los cuales pudieron disfrutar de la sonoridad y expresar sentimientos inexpresables; hasta que llegase ese día de horror y que una persona sin alma les privara del mismo.
Pudo haber sido el instrumento más barato, pero era suyo, era su hijo.
Nuestros músicos, por su parte, viven el duelo entre sollozos y un tono de optimismo. Sin perder la esperanza de algún día recibir de parte de sus captores o de terceros lo que representa para ellos su hijo, su instrumento musical, algunos han hecho del conocimiento público su caso indicando todas las características precisas de lo que fuese en algún momento el más preciado activo en su haber.
Mensaje urgente: robaron mi bandola, si saben algo, por fa avisenme. pic.twitter.com/7KWpAiD2XJ
— Mafer Bandola (@MaferBandola) December 5, 2015
Estos músicos no están pidiendo dinero para remplazar un objeto perdido, están rogando misericordia de la parte de los que se topen con sus hijos. El dinero jamás podrá comprar el mismo instrumento.
¿Y si nos enteramos de que esa bandola está tratando de ser vendida por ahí? ¿Y si sabemos del paradero de la flauta de Huascar?
Ayudemos a nuestros queridos colegas y tengamos los ojos bien abiertos para lograr el rescate de sus instrumentos.
Si llegas a saber de algún instrumento robado no dudes en escribir en esta entrada, o si es el instrumento de MaferBandola de escribirle directamente:
04164500974
Maferbandola@yahoo.com.ve
#maferbandola