Diferencias entre un Cuatro Puertorriqueño y un cuatro Venezolano.

El Cuatro es un instrumento de cuerda pulsada que tiene sus orígenes en las guitarrillas españolas, las vihuelas y en las laudes, fue traído a América por los españoles en la época de la colonia…

En América Latina se quedó, donde tomó su propio lugar y hoy en día reina. Es un instrumento liviano y práctico, por lo que se hizo fácil que la gente se trasladara con el de un lugar a otro.

Pero, ¿qué hace diferente a un cuatro puertorriqueño de uno venezolano?

• El cuatro puertorriqueño consta de cinco órdenes, o sea, cinco cuerdas dobles y metálicas, mientras que el cuatro venezolano tiene cuatro cuerdas sencillas únicamente y de nylon.

• La afinación del cuatro puertorriqueño se da en intervalos de cuarta en SOL4, RE4, LA3, MI3 y SI2 para los agudos graves. Los órdenes superiores están octavados, lo que le da un sonido único. En cambio, el cuatro venezolano se distingue de los demás porque su afinación es muy particular, ya que no es totalmente ascendente, de esta manera: LA1, RE2, FA#2 y SI1.

• El cuatro puertorriqueño es de cuerda pulsada y se puede rasguear con púa, el venezolano es de cuerda pulsada, pero se toca con los dedos.

En Puerto Rico, el cuatro es considerado el instrumento nacional, aunque en sus inicios fueron los campesinos los que primero lo conocieron y utilizaron, de allí lo fueron llevando a las haciendas y luego a las ciudades, hasta hoy día, que pues ocupa un sitio de honor como instrumento insignia del país.

El cuatro venezolano  fue declarado en 2013 “Bien de Interés Nacional”   por el Ministerio de Cultura.  Pero, es también el instrumento bandera del país, como acompañante y también en solitario. Se adapta perfectamente a cualquier género musical derrochando estilo y singularidad.

El cuatro nos distingue como latinoamericanos y aunque tenga algunas diferencias de acuerdo al país donde se tenga, tenemos que reconocer que es también el que mas nos une como latinos, debido a su popularidad, sonoridad, tamaño y comodidad para adaptarse a cualquier lugar y como acompañante de otros instrumentos. ¡Que viva el cuatro!

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