A veces los padres ven a sus hijos como se hipnotizan con el sonido de algún instrumento musical, como el cuatro, la flauta y las maracas… simplemente se enamoran tanto del instrumento como del sonido. Por otro lado, también hay padres que sueñan con que sus hijos sean unos músicos desde pequeños, por lo que empiezan a preguntarse desde qué edad suele ser oportuno comenzar a enseñarles a tocar algún instrumento musical e incluso con cuál empezar.
¿A qué edad sería ideal comenzar?
La edad ideal para que los niños aprendan a tocar un instrumento musical es a los 5 años, los niños a esta edad comienzan a leer y a escribir y a comprender mejor las cosas, lo que también facilita la lectura de varios códigos musicales. Sin embargo, también es importante que los padres rodeen a sus hijos desde muy pequeños de varios de tipos de instrumentos, así el niño se irá familiarizando con diversos de ellos, y le permitirá inclinarse por alguno de su preferencia.
Las elecciones de los niños en relación a qué instrumentos comenzar a tocar dependerá del estímulo que tenga el mismo a su alrededor, especialmente en casa, donde radica la importancia de su motivación.
No a todos los niños se les hace fácil aprender a tocar un instrumento…
Esto depende de varias variables, como:
- Si hay o no una cultura musical dentro del hogar, es decir, si algún miembro de la familia toca el cuatro o la guitarra, el piano, el violonchelo, la trompeta, o algún otro…
- Que haya presión dentro del hogar, presión porque el niño aprenda a tocar, esto puede producir un efecto contrario, por lo que se recomienda incentivarlo, motivarlo a que se interese por alguno y no presionarlo.
¿Por qué es recomendable inculcarles la práctica de algún instrumento musical desde pequeños?
Ya hemos hablado anteriormente de los múltiples beneficios que proporciona el que un niño toque un cuatro, donde conversamos acerca del fortalecimiento de las capacidades y mejoramiento de la habilidad de lectura y escritura.
Un estudio realizado por investigadores del Boston Children’s Hospital revela que los niños con formación musical temprana mejoran la función ejecutiva, lo que quieres decir que desarrollan habilidades para la toma de decisiones, la resolución de conflictos, la planificación, la adaptación a las demandas mentales, entre otros.
Esto significa que ocuparle el tiempo a los niños desde pequeños en este tipo de actividades es apostar por un mejor futuro para ellos.
En resumen, si desde pequeños los padres motivan a los hijos a involucrarse con los instrumentos musicales y a despertarles esa pasión, simplemente estarían ayudando a su formación, desarrollándoles habilidades que llevan ventajas en comparación con quienes no sienten gusto por este arte.
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