Yo soy de Barbacoas mi lindo pueblito, pero me crié en San Juan de los Morros y fue allí donde me hice hombre, me alargué los pantalones, me formé y también me inicié como artista, usted no ve que yo me metía en cuanta parranda, serenata y baile se presentara. Allí en San Juan hay un periódico muy amable llamado “La Prensa”, y su director, el señor Miguel Angel Moyetones un día se le ocurrió entregarme un premio, un bello premio “El Guariqueño del Año”, y cuando me lo estaba entregando ante un nutrido público sanjuanero dijo: – “A Simón Díaz como Guariqueño del Año”. Ahí se paró un señor (no para protestar) para que le aclararan, porque que él supiera Simón era aragüeño. Entonces Moyetones me pidió:
– Simón explícanos, ¿tú dónde naciste ?
Yo me paré al micrófono y conté que yo no había nacido, que lo que pasó fue que mi mamá el día que me iba a parir se antojó de comer cachapas, y como existe una leyenda llanera que dice que la mujer en estado si se antoja de algo y no lo come le sale el muchacho con la boca abierta, entonces ella solita se puso a preparar unas cachapas. Cogió unos jojotos, los peló, hizo su masa, preparó el budare, le pasó un trapito con cebo para curarlo, le prendió unos tizones y se dispuso a hacer sus cachapas. Quizás por el acercamiento de su barriga a la candela, aquello que había allí se aflojó y yo me salí por una pierna pa’ abajo chas chas chas chas, y me fui caminando derechito con el cordón umbilical enrollado en la mano zurda, y cuando mamá me vio de soslayo me gritó:
-¡Muchacho!, ¿pa’ donde vas tú por ahí con esa soga arrastras?
-¿Yo? -le contesté -Pa’ l monte
– ¿A qué ?
– A amarrá una vaca
– ¿Pero pa’ qué?
– Pa’ matala
– ¿Pero que pa’ qué?
– Pa’ comé cachapa con carne asá
– ¡No hombre! que vas a estar tú amarrando ni matando nada, venga pa’ cá…- y me levantó hacia su cara.
Cuando una madre mira de frente a su hijo recién nacido se produce una sonrisa irrepetible, muy linda. Yo le vi su sonrisa y ella me vio la mía y notó que había nacido con dientes, dos arriba y uno abajo, entonces dijo para sus adentros: – yo no le voy a dar pecho a este muchacho porque me puede hasta comé la teta. Por eso a mi no me dieron pecho chiquito, yo vine a saber eso ya grande.
Simón Díaz
Tomado del libro “Estampillas Venezolanas”1994
autor Simón Díaz.