Desde que suena el cam-bur-pin-tón sabes que el cuatro es un instrumento bien particular, produce un sonido “mágico” que nos hace sentir muy orgullosos de que sea tan venezolano como el Auyentepuy o una arepa.
Su magia se incrementa cuando el músico que lo toca logra fusionar ritmo, melodía y armonía, que, según el cuatrista venezolano Daniel Uzcátegui radicado en Madrid, esto es lo que hace que este instrumento sea tan versátil, porque “se adapta perfectamente a esas tres bases principales de la música”.
Esto se logró tras la idea de hacer que el cuatro fuese más solista y menos acompañante, explica el integrante de la agrupación La Octava Isla, un trío acústico latinoamericano.
Por su parte, el profesor José Inés Bruzual, conductor del programa Acuarela Oriental (espacio cultural con más de 16 años en la radiodifusión venezolana, transmitido desde Cumaná, primeras localidades venezolanas donde llegó el cuatro desde Europa) considera que el cuatro es versátil porque “pasó de ser un instrumento de acompañamiento, a formar parte de conciertos, sirve para el punteo (que se refiere a la melodía y a la armonía), e incluso ha sido empleado para desarrollar proyectos clásicos y semiclásicos (como los aportes que hizo Fredy Reyna)”.
Y cómo no va a ser versátil el cuatro si es capaz de involucrarse completamente en un género “tan bello, hermoso y fino como el valse, a un género igualmente hermoso, pero mucho más movido y cargado como lo es el joropo, el merengue, la gaita”, subraya Uzcátegui en un video que colgó en su canal de Youtube.
Este “camaleónico” instrumento está inmerso en prácticamente todos los géneros venezolanos; pero ¿te lo imaginas en el rock? Pues, el artista Abraham Sarache, quien aprendió a tocarlo “de manera autodidacta” (según comentó para una entrevista a mariskalrock.com) demuestra tal versatilidad en varios de sus proyectos. Escúchalo en su tema Silence, con su cuatro eléctrico sin clavijero.
Otro de los artistas venezolanos que ha logrado demostrar que el cuatro es un instrumento camaleónico, son Alee Unity, ingeniero en electrónica, quien en 2016 lanzó al mercado el disco Cuatro pop, mezclado y masterizado en Canadá, en el Alee tocó todos los instrumentos a excepción de la batería. Puedes descargarlo aquí.
Y finalmente, otro ingenioso de lo que es hacer maravillas con el cuatro, Wizzmer (lo puedes ubicar bajo este nombre en sus redes sociales), joven productor y músico que también se ha inclinado para hacer rock con el cuatro venezolano. Aquí puedes ver un pequeño demo de cómo Wizzmer Jiménez hizo que el cam-bur-pin-tón sonara de otra manera.
https://www.youtube.com/watch?v=vkUpX_yp2Uk
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