MI VIDA EN CIEN COPLAS

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1.

Amigos , lo que aquí cuento

no es porque lo haya inventao

que yo pasé más trabajos

que un cacho en un empedrao 2.

Por allá en el año treinta

(más bien seguro el veintiocho)

que si empiezo a equivocarme,

se pone turbio el sancocho

3.

En un pueblecito lindo

de la llanera región,

hijo de padres humildes

vino a este mundo Simón 4.

En el pueblito que digo,

que se llama Barbacoas ,

me acunó el río en su orilla

sin guarura y sin canoa

5.

Allí pescaba «cachamas»

«valentones» y «coporos»

los que con topochos verdes,

mamá hacía «samplegorio» 6.

Mi madre doña María

mi padre, el maestro Juan

y tuvieron más muchachos

que en el llano alcaraván

7.

Así comienza la historia

que aquí les voy refiriendo,

mientras los años pasaban

yo me iba espercudiendo 8.

Fui muchacho de mandados

y buscador de agua y leña,

por las tardes becerrero

y en la mañana, la ordeña

9.

Allí pescaba «cachamas»

«valentones» y «coporos»

los que con topochos verdes,

mamá hacía «samplegorio» 10.

Mi madre doña María

mi padre, el maestro Juan

y tuvieron más muchachos

que en el llano alcaraván

11.

Mi padre fue secretario

de juzgado y picapleitos

«maistro» de escuela y barbero

media cuchara, completo 12.

Vino una vez otro «grupo»

papá quedó sin «tetero»,

cogimos los macundales

y llegamos a Turmero

13.

Y aunque mi padre no estaba

en política quemao,

nos sacó de volandillas,

cual toro barajustao 14.

Mamá, mi padre y nosotros

de noche como de día

le dimos la vuelta a Aragua

en toda su geografía

15.

(He de advertir: Barbacoas

fue un tiempo guariqueño

y lo pusieron en Aragua

por dictatorial empeño) 16.

De darle la vuelta a Aragua

se nos jincharon las patas,

y en Magdaleno pusimos

una industria de alpargatas

17.

De allí salimos rampantes

con rumbo a Villa de Cura

pero el viejo se enfermó

de una fuerte calentura 18.

Con lágrimas mi mamá

(cáliz amargo que apura)

una tarde me mandó

que fuera a buscar al cura

19.

Vino el auxilio de Dios

de mano del buen curita

le puso los Santos Óleos

y le aspergeó agua bendita 20.

Ante el auxilio divino

tuvo leve mejoría

más una noche me dijo

«anda y llámame a María»

21.

Me mandó dejarlos solos

en el mísero aposento

que se despidió me dijo

de mi madre el sufrimiento 22.

A mi , que era el mayor,

me llamó antes de morir

y me dio nobles consejos

que aún yo conservo aquí

23.

«Se queda jefe en la casa,

señalándome me dijo

sé padre de tus hermanos

y con tu madre buen hijo» 24.

«Y también buen ciudadano

honrado, recto, decente

que pobreza no es deshonra

en no siendo un delincuente»

25.

Y otras tantas cosa sabias

que escapan a mi memoria

o que no quiero contarles

porque es alargá esta historia 26.

Mi madre como una sombra,

una tarde me llamó,

y con voz queda me dijo

«¿a dónde vamos, Simón?»

27.

Yo le dije «pa’ San Juan

de los Morros, que allá está

mi padrino de Nogal

igual que es tuyo, mamá» 28.

Totalmente como dije,

nos dio su mano derecha

para lograrnos trabajo

y llevar sopa a la mesa

29.

Yo le dije «pa’ San Juan

de los Morros, que allá está

mi padrino de Nogal

igual que es tuyo, mamá» 30.

Totalmente como dije,

nos dio su mano derecha

para lograrnos trabajo

y llevar sopa a la mesa

31.

En un ranchito de pajas

cerca de «Charco Tapao»

fuimos pasando la vida

como nuestro Dios fue dado 32.

Después de muerto mi padre

al trabajo le di el pecho

me compré una carretilla

y a trabajar por derecho

33.

Vendí leche, remolachas,

mamones, cotoperices,

yuca, ñame, apio, ocumo

y dos mil cuantas raíces 34.

Lo importante era llevar

comida a mis hermanitos

que yo era el varón mayor

y los demás pitoquitos

35.

Trabajo con dignidad

hicimos mi madre y yo

ella lavó ropa ajena

mientras yo serví de «pión» 36.

En la cabeza el rollete

y un azafate colmao

de majarete, tequiche

y arepas de «mai pilao»

37.

Trabajo con dignidad

hicimos mi madre y yo

ella lavó ropa ajena

mientras yo serví de «pión» 38.

Por los domingos hallacas

y arepas de chicharrón

y al paso se me achataba

este enorme cabezón

39.

Y mi madre se doblaba

a orillas del río San Juan,

lavando la ropa ajena

para redondear el pan 40.

Por una «muda» , una locha

(pichirres, mal le pagaban)

y si aplanchada venía,

una locha más le daban

41.

Desde el rancho, por las noches

a la luz de una linterna,

con mis hermanas mayores,

íbamos para la escuela 42.

Allí yo aprendí a sumar

y fui fino dividiendo

brujo en el multiplicar

relancino sustrayendo

43.

Igual aprendí a leer

y a escribir sacando el dedo

y en las fiestas escolares

a las niñas le hacía versos 44.

Fui un llanero lazarillo

pero no con malas mañas

sino por mi habilidad

en extraer enseñanzas

de la vida que el destino

amargo me deparaba

45.

«Los Placeres», «El Chupón»,

«Maniadero» y «Garrapatas»

los llevo siempre en recuerdo

por mis cacerías de iguanas 46.

Y si el fogón se apagaba

por no haber que cocinar,

mi madre me daba un saco

sin decir ni más ni más

47.

Yo, que del entendimiento

siempre he sido muy despierto,

rumbiaba hacia «La manguera»

trayendo el saco repleto 48.

Y el menú variado era,

lo juro y no me condeno ,

que aquí el que se muera de hambre

es por flojo o marruñeco

49.

Mango para el desayuno,

en el almuerzo mango era,

para la merienda, mango

y mango para la cena 50.

Y así amigos lectores

fue pasándola Simón,

hasta ser un hombrecito

y alargárse el pantalón

51.

En la penitenciaria

(no de preso, por si acaso)

fui jugador de pelota

paracorto y bate cuarto 52.

Fui capitán de pandilla

con hijos del Pueblo Abajo,

que aunque de origen humilde

llevan su pueblo muy alto

53.

Y cuando en el Pueblo Arriba

se presentaba algún guapo ,

iban todos a buscarme

para «meniarle el guarapo» 54.

Se armaba la tremolina

gritaban, «Pica mi gallo»,

y yo altanero decía:

déjenmelo y abran campo

55.

Todas estas travesuras

fueron cuando mi niñez

después fui mozo formal

educado y de buen ver 56.

En la orquesta Siboney

fungí de simple «Corero»

instalador de micrófonos

cornetas y maraquero

57.

Hasta que llegó una tarde

de jolgorio allá en «La Granja» ,

que se enfermó el bolerista

y me dijeron “¿tu cantas?” 58.

Me acerqué muy turulato

al sitio que él ocupaba ,

me aclaré el pecho con brío

y me empujé con «Dos almas»

59.

Y con mi voz de falsete

o tal vez de tenorino

me vi cantante de orquesta

desafiando mi destino 60.

Un año tuve en el arte ,

quieto, menudo, en silencio,

sin pecarme de asomao

y sin pasarme de indiscreto

61.

Y es cierto que allí inspirados

en Olga, mujer en flor

Jesús Torrealba la música,

la letra la puse yo 62.

Y con ese emplumamiento:

coplero, cantante, artista

desde San Juan de los Morros

puse en Caracas la vista

63.

En esta ciudad procera

un pariente se encontraba

y consulté a mi mamá

para escribirle una carta 64.

Al compai Ramón Alberto,

utilicé de correo

y al pariente mencionado

le escribí, buscando empleo

65.

Al punto me contestó

diciéndome que viniera

y en llegando, fue en un banco

dónde primero me emplea 66.

«Si es que acaso le preguntan

si monta en motocicleta ,

aparte los titubeos,

y diga sí, aunque no sepa»

67.

Por seguir este consejo,

de mi pariente mentado,

iba matando una vieja

y a un gordo despanzurrando 68.

«Si le preguntan si sabe

las calles de la ciudá

diga que sí y después viene

a mi casa a pregunta»

69.

Por seguir este consejo

una tarde me perdí

y anduve toda Caracas

de aquí allá y de allá aquí 70.

Si le preguntan, si es

usted un buen cobrador,

no se asuste por tan poco,

y diga: pues si, señor!

71.

Por seguir este consejo

yo pasé un susto tremendo ,

pues los giros que me dieron

de broma no se perdieron 72.

A cada almacén llegaba …

-¿Este giro es para aquí…?

y lo entregaba al girado

¡sin el pago recibir!

73.

Así cuando volví al Banco,

para entregar la carpeta

que en la mañana me dieron:

limpia sin ninguna letra 74.

El jefe se puso eufórico

y a los otros cobradores

a mi me puso de ejemplo:

«Asi da gusto, señores»

75.

¡Aguáitense en este espejo,

apenas recién llegado

y toiticas las cobranzas

que le di, las ha cobrado» 76.

Pero cuando me llamaron

a la caja a rendir cuenta

le dije al recibidor:

«Yo repartí to’as las letras»

77.

Pero sin cobrar ninguna,

porque a mi no me dijeron

que para ser entregadas

tenían que darme dinero… 78.

Al punto volví a la calle,

y en cada establecimiento

donde los giros dejé,

pedi me fueran devueltos

79.

Pero los pagaron todos,

muy alegres y contentos

al ver que el Banco tenía

confianza en su cumplimiento 80.

Y otras cosas parecidas

pasé en mi primer empleo,

por seguir de mi pariente

los sabihondos consejos

81.

Cuando ya aquí en Caracas

me encontraba aclimatao

seguí pensando en la música

y en versos improvisaos 82.

Para ello me fui a inscribir,

con nerviosismo y sonrojo,

en la Academia que guiaba

Don Vicente Emilio Sojo

83.

Tres años tengo de música

recibida de este sabio,

pero tengo que seguir

del Maestro en desagravio 84.

Toco serrucho, guitarra,

cuatro, furruco, corneta,

piano, bombardino, bajo

y de ñapa soy poeta

85.

Cuando traje mi familia

a la Sabana del Blanco,

de un cesto saltó Joselo

y me le quedé mirando 86.

Este es más feo que yo

me dije, muy por lo bajo,

los feos en televisión

son los mejor aceptados

87.

Y me dediqué a Joselo

como quien encuerda un gallo

y cuando al fin lo lancé …

lo demás, pa’ qué contarlo … 88.

Es el primero de aquí

tarambana y trotamundo

sin quedarme na ‘ por dentro

¡primer cómico del mundo!

89.

Una vez le pregunté ,

que cuánto estaba ganando

y me dijo siete mil ,

y me le quedé mirando… 90.

-¿Qué me ves?

– Que estoy dudando…

– Dos con la Radio Rochela

Me ha contestado el muñeco

– Dos con la Radio Caracas

y tres con Julián Pacheco

91.

Allí me puse a pensar

lo que parecía un tormento

ya tengo treinta y cuatro años

y aquí estoy perdiendo el tiempo 92.

En el Banco, mil quinientos

jefe de cuentas corrientes

casado, ya con un hijo

y otro que venía pendiente

93.

Entonces dije a Joselo

lo que tenía que hacer:

póngase a regar la especie

en radio como en te vé

que usted tiene otro hermano

que es el que le da la mano

pero que es mejor que usté 94.

Y así mismito lo hizo

regó por televisión:

“y eso que ustedes no han visto

a mi otro hermano Simón…”

95.

Y luego yo ya famoso

por los cuentos de mi hermano

me vinieron a decir

que ya me andaban buscando 96.

Venevisión fue el primero

a quien le firmé un contrato

– que pase por la oficina

le van a tomá un retrato

97.

Y me dieron un programa

fue la «Quinta de Simón»

de allí empezaron los triunfos

por un mismo callejón 98.

Después a Radio Caracas

y más tarde al canal ocho;

continúo en Radio Rumbos

y discos ¡como bizcocho!

99.

Ahora en estos momentos

lo que hago en televisión

es recordar a un maestro

que es digno de admiración 100.

El enseñó a un muchachito

lo moldeó de lo mejor,

lo trató con embeleso

y no contento con eso;

lo enseñó a Libertador

101.

Sin quererme comparar

porque no hay comparación

también me puse a enseñar

allí en la televisión 102.

Un bojote de muchachos

me siguen con mucho tino

porque yo todas las tardes

les muestro el mejor camino

103.

Lo demás ya es por sabido

contarlo es de presuntuoso,

toda Venezuela sabe

quién soy yo y me da gozo 104.

Tengo esposa , linda y buena

Betty de mi inspiración

tres hijos que son retoños

de nuestra perfecta unión:

105.

Juan Bautista es el maraco

Bettsimar mi devoción

y el que me sigue los pasos

es mi tocayo Simón 106.

¿Para qué yo pido más

a la bondad de Dios?

tengo el amor de mi pueblo

y en mi madre bendición.

Acordes de la canción

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Ritmo de la canción

Artista: Simón Díaz​

Simón Díaz es un compositor venezolano y reconocido cantante, autor de la famosa canción Caballo Viejo (Versión conocida como Bamboleo), quién desde muy temprana edad se dedicó a la música y el canto bajo la tutela de Vicente Emilio Sojo. Simón Díaz es la referencia por excelencia de la Tonada de los llanos. Sus composiciones incluyen canciones como Tonada de Luna Llena, Mercedes, El Alcaraván, Arbolito Sabanero, entre muchas otras. Simón Díaz también es conocido por sus shows de radio y televisión, donde promovía la música venezolana en programas como "Contesta con Tio Simón". Simón Díaz falleció el 19 de Febrero del año 2014 en Venezuela,d ejando un legado impresionante e importantísimo para el repertorio musical venezolano.

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Compositor: Simón Díaz​

Simón Díaz es un ícono de la música venezolana, reconocido como compositor y cantante de renombre internacional. Su carrera musical se inició en su adolescencia bajo la tutela del gran Vicente Emilio Sojo y desde entonces, dedicó su vida a promover y difundir la rica cultura musical de Venezuela. De sus múltiples canciones, Caballo Viejo destaca como una de las más emblemáticas, conocida también por su versión Bamboleo. Además, Tonada de Luna Llena, Mercedes, El Alcaraván, Arbolito Sabanero son algunas de las obras que forman parte del legado musical que dejó Simón Díaz. Su trabajo también trascendió los límites de la música y llegó a los medios de comunicación con programas televisivos y radiales originalmente diseñados para fomentar el amor hacia la música venezolana. Su partida en 2014 fue un momento triste para toda Venezuela ya que perdió a uno de sus más grandes artistas. Sin embargo, su obra sigue viva e inspirando talentos musicales hasta hoy en día.

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